Exfoliar la piel es el paso previo que debes dar antes de tomar el sol. Con este exfoliante casero conseguirás arrastrar las células muertas, mejorando la luminosidad a tu piel y previniendo las antiestéticas manchas solares. Preparar este exfoliante natural es muy fácil:
- En un cuenco, mezcla un buen puñado de sal marina con cuatro o cinco cucharadas de aceite de almendras.
- Llévate esta mezcla a la ducha, y al finalizar, extiéndete el preparado con movimientos circulares por todo el cuerpo.
- Después, enjuágate como de costumbre.
Tu piel quedará libre de impurezas y totalmente preparada para conseguir un bonito y duradero bronceado.