Muchas personas tiene los talones llenos de durezas. Para solucionar este problema hay un remedio natural a tu alcance que hace maravillas:
- Coge una cebolla y pártela por la mitad haciendo un hueco en el medio. Rellénalo con sal y déjalo reposar durante seis horas aproximadamente.
- Transcurrido este tiempo, coge un pincel, mójalo en el líquido que se ha formado y aplícatelo en la zona afectada, verás como tus talones quedan perfectos.
- Después, puedes ponerte una crema hidratante y enrollártelos con papel film durante un par de horas.
Cuando te lo quites, el resultado será espectacular ¡Las durezas en los pies han desaparecido!