¿Debemos limpiar la piel por la mañana y por la noche? ¿Hay que elegir el desmaquillador teniendo en cuenta el tipo de cutis? Estas son algunas de las dudas más habituales sobre la higiene de la piel y estos, los consejos para resolverlas:
Una piel limpia es sinónimo de belleza y un requisito para mantener el cutis joven y luminoso. Sin una higiene adecuada, la piel va perdiendo su luminosidad y parece mate, y la suciedad propicia la formación de impurezas. Lo ideal es limpiarla antes de dormir y al levantarse. Así se eliminan la suciedad que se expulsa por los poros y la ambiental producida por la contaminación exterior.
La limpieza es necesaria con o sin maquillaje, pero este aporta elementos extra (pigmentos con color, partículas sólidas...) que hay que retirar. Si no se hace las consecuencias son: rasgos y arrugas que se marcan, piel apagado y pestañas más frágiles.
Lo ideal es usar un desmaquillador específico para cada tipo de cutis. Las pieles grasas agradecen las texturas ligeras (geles o limpiadores en espuma). Las pieles mixtas, los elementos matizadores, suavizantes o tonificantes. Y las pieles secas, los productos nutritivos, calmantes y suavizantes.