Lo primero que hay que saber es que el factor de protección solar (FPS) no se refiere al nivel de protección, el cual es igual en todos los casos, en realidad se refiere al tiempo de permanencia que la piel está protegida de las radiaciones del sol.
Es decir, una loción solar cuyo factor de protección es 15, protegerá de igual manera que otra loción con un factor 30, la diferencia es la duración de la protección, el de 15 protege durante menor tiempo que el de 30.
Las pieles claras, normalmente, comienzan a quemarse a los 10 minutos de exposición al sol, si aplicamos sobre la piel la loción FPS 30, puede seguir expuesta durante 300 minutos, es decir, 30 veces ese tiempo.
Las pieles más morenas que, normalmente, resisten al sol unos 20 minutos aproximadamente, puede llegar a estar expuesta al sol una duración similar de 300 minutos, aplicando una loción con FPS 15, es decir, 15 veces 20 minutos.
Hay que tener en cuenta que en las primeras exposiciones al sol hay que extremar la precaución, pues la piel después de estar sin exponerse durante mucho tiempo ha perdido su capacidad natural de defenderse de los rayos solares.
Por último, recuerda que, los roces, el sudor, los baños... van eliminando la loción, por lo que es recomendable volver a aplicar la crema solar cada poco tiempo.